Quería levantar su imagen pública después de que un best seller basado en hechos reales la
había dejado muy mal parada.
Movió todos sus contactos y de la noche a la mañana se hizo traer al videasta parisino mas
trendy del mundo para hacer un documental de distribución exclusiva para lectores de la editorial.
La idea era mostrarse fresca y natural en su entorno de trabajo para desmitificar la imagen
de bruja psico ganada tras la publicación del odioso libro (escrito por una ex secretaria despechada).
Paradójicamente los resultados fueron aun mas nefastos para su imagen.
Resultó que el francés se concentró en su aspecto mas awkward, la mostró tal cual es:
una mujercita triste, insegura y probablemente frígida.
Mejor mala que ñona, no?
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