Como darme cuenta entonces si sólo tenía quince años!
El verano de La Pachanga * debió ser una señal de alarma difícil de ignorar para los que estaban lúcidos en aquel momento.
Si me pongo a pensar no puedo creer que pude sobrevivir a semejante avalancha de
mediocridad y mal gusto. El daño en los cerebros de la generación de adolescentes noventeros
es incalculable. No hablo por los que directamente se quemaron ese verano, comprando compact discs de Vilma Palma o usando borceguíes con maxifaldas.
Hablo de los que sobrevivimos, olvidamos y alguna vez quisimos hacer algo bueno en los años que siguieron.
Al menos lo intentamos por un tiempo hasta que el recuerdo del verano ominoso, de ser una vaga amenaza, se convirtió en ineludible pensamiento de fondo de todos los dias, haciendo que nos sintiéramos cansados aun antes de empezar cualquier cosa.
Aquello realmente ocurrió y … sigue ocurriendo, con otros nombres y a todo nivel. Miren sino a la clase dirigente…
Es una guerra contra nosotros mismos y la estamos perdiendo.
*La Pachanga: además de ser el hit del verano del 93 fue el nombre de un programa de la tele cordobesa, una especie de Telemanías recauchutado con pretensiones internacionales.

No hay comentarios:
Publicar un comentario