A las once de la mañana del lunes estaba tocando el timbre del departamento de Darlo. Atendió la mucama invisible. Cayo subió entusiasmado, un poco excitado también, imaginando a Darlo dormido, despertarlo y todo eso y después desayunar juntos con jugo de naranja.
Lo primero con que se encontró fue Cuca, en ropa deportiva comprada por catálogo, pintándose las uñas en el living.
-Ah! Vos! Que haces acá? Darlo está durmiendo.
-Ya sé, quedamos en encontrarnos…
-Ah! no me había dicho nada, bueno, pasá…
Desde cuándo Darlo rendía cuentas de sus encuentros? Desde cuándo Cuca lo autorizaba a pasar al cuarto de Darlo?
Cayo entró, estaba todo en penumbras. Darlo boca abajo apenas tapado, el ventilador de techo agitando el aire fresco del split. Un suave murmullo. Un beso en la nuca, una caricia larga por la espalda. Darlo que abre los ojos y sonríe, se da vuelta, se deja besar y tocar.
Cayo quiere darle todo hoy, si quitarse la ropa (siquiera el morral!), desciende a besos por el torso de Darlo hasta su sexo.
Un rato después, el otro acaba con suaves mugidos. Cayo levanta su cabeza con la mirada incandescente. Darlo le acaricia el pelo como toda respuesta, luego lo aparta y sale de la cama.
Entra al baño, prende la ducha, se despereza y ríe.
Cayo no entiende, pero se sobrepone. Se sienta en la cama. De repente, se dá cuenta que tiene mal aliento.
-Y?
-Y qué?
-Nada, que me dijiste que tenías novedades…
-Ah si… (desde la ducha) …Escuchá: te acordás ese tipo que conocimos en la fiesta?
-No (si, si me acuerdo, por favor, no quiero saber de él)
-Si, ese tipo que cuando te fuiste te ofreció llevarte en su auto pero vos estabas todo freak y te escapaste…
-Ah… si, él…
-Bueno, es un copado, estuvimos toda la noche hablando y el finde se vino con nosotros a Carlos Paz
-Si?
-Si, es profe en la Nuevo Milenio y maneja toda la información de becas y pasantías. Me consiguió todo para que vaya a hacer un curso a una escuela de diseño en Barcelona…
-Eh?
-Si, lo único es que me tengo que poner las pilas ya porque empieza en un mes y viajo en una semana...mi viejo está re de acuerdo, me dijo que esta todo bien y que cuente con él.
Te das cuenta? Encima me dijo que si quiero después de terminado el curso puedo seguir viajando. Eduardo también esta de acuerdo y dijo que esta bueno que viaje así se me abre la cabeza…
-Eduardo?
-Si, este tipo, el profe. Se hicieron re amigos con mi viejo. Además, el viaja mucho a Barcelona y le dijo que se iba a ocupar de que yo haga todo bien... Me parece que me tira onda…
Un golpe en el estómago que te deja sin aire. La cabeza llena de hormigas.
Tratar de que no se note.
Se reclina en la cama, cae en cuenta de todo: no lo vió venir. En el mundo de Darlo las cosas funcionan así. De almas gemelas a novio descartable.
No recuerda bien que pasó después, cuales fueron las palabras exactas de Darlo para excusarse: algo de unos trámites, homologación y etc. Cayo tenía que irse porque Darlo estaba ocupado (ocupado!). “Te llamo después” y etc…
De vuelta en el ascensor, esta vez bajando. No recuerda muy bien las palabras de Darlo porque todo el tiempo estaba pensando en su universo contrayéndose a toda velocidad, en los privilegios que ya no tendría y en su cama angosta de adolescente, en volver a clases, en los trabajos en grupo y hasta el i-pod que tendría que devolverle a Darlo.
En la calle, trató de parecer entero, de caminar derecho y sin desorientarse. Un pequeño esfuerzo, nada más, sólo hasta llegar al monoambiente en donde podría desintegrarse completamente sin provocar un escándalo.
Septiembre de 2007
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