16 mar 2011

Córdoba




Nunca  vamos a  ser  actores de Hollywood ni rubias de  un metro ochenta, tampoco diseñadores de vanguardia que hablan  cuatro  idiomas y que viven la mitad del año en Stuttgart. Ni curadores de arte contemporáneo que ganan becas para estudiar en los Paises  Bajos y entonces sus carreras despegan con espectacularidad.
No podremos  ser rockeros sexies que  duermen con  modelos adolescentes ni fotógrafos que salen en antologías   de la Taschen antes de cumplir  los treinta.
Porque nosotros vamos a vivir siempre aquí, eternamente. Emocionándonos cada vez que escuchamos Bizarre Love Triangle,  aunque no entendamos la letra  pero porque  su encanto  es perenne.
Soñando con vivir en  Londres de los 80s o Paris de los  60s mientras esquivamos soretes secos en las calles de  Bº San Martin, mientras pisamos nuestros propios corazones en cada baldosa de las calles del centro de nuestra pequeña ciudad de provincia.
Y vemos las chicas  imitar  modas  vulgares de la capital, como una resaca desteñida.
Y nos quedamos con la boca abierta  y el alma hecha pedazos cada vez que nos enamoramos de algo o alguien en  la gran ciudad.
Nos vamos a quedar aquí, conformándonos con nuestros trabajos sin  destino. Quedándonos dormidos el dia mas importante. Fallando todas la veces que haga falta para poder  seguir quedándonos aquí y llorar los dias de lluvia mientras escuchamos The Smiths Best. 
God, that feels so right...

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