25 mar 2011

Culebrón del 2010- Tercera entrega


Estaba  probándose todo lo que  acababa  de traer de un  shopping raid con  amigas cuando sonó el  telefono.Al ver que era  su agente lo ignoró con  un  gesto  divertido:
- No pienso ir al desfile, si me  bookeó que se  joda,  ya sabe  que  hoy   salía  con ustedes…- soltó ante sus amigas,bonitas y excitadas  por el hecho de tener una amiga modelo de  un metro ochenta que acababa de llegar de un shooting en New York y daba el faltazo  a  importantes desfiles nacionales.
El teléfono  volvió a sonar, insistente  hasta que ella, enojada y  complacida ante la perspectiva de maltratar a su agente delante de las chicas, empezaba a sentir un hormigueo  de placer  que  explotó en la necesidad imperiosa de atender la llamada.
-Gorda, por que no contestabas?
- Te dije  que hoy salía con Lu y Maru… no pienso ir al desfile-
Con  una mano sostenia el  i-phone y  con la otra su cabellera (repentinamente mas rubia) mientras se miraba en el espejo: semivestida, subida  a unos  zapatos  imposibles, la curva perfecta de  su espalda, su  piel desprendiendo un brillo  sutil, los labios ligeramente hinchados por la emocion del enojo… - No  soy una taradita, no pienso ir!  Son unos  grasas! yo tengo una vida personal y …
Ya estaba en pleno rugido, casi no podía  oir nada mas que su propia voz y el rugido,  el mundo entero podía  verla reflejada en el espejo  de  su living, furiosa y perfecta…
- No tontita, te llamo porque me llamó el asistente de Tony Saenz, te quiere conocer… sabés quien es el? No, nena? Bueno,  hay una fiesta en  su casa esta noche, quiere vayas, podes ir con  Lu y Maru si querés…
-Ah! Si, ya sé quien es, lo conocí  en lo  de Ale,  es un pesado…- ahora el rugido era un  ronroneo no menos intimidante. Desparramó su largo  cuerpo en el sillón, cubierto de ropita  cara y nueva.
Lu  y Maru se miraban  sin saber que hacer salvo corresponderle  los gestos de hastío, secretamente deseando hacerlo con la misma gracia  que  ella  y a la vez  lanzando miradas furtivas al espejo para corroborar  si  asi  era, confrontándose  entonces con  sus propios rostros, un poco ridículos en  la transfiguración.
- Me parece que te conviene  ir, sabés?  Te vá a encantar, es gente con onda, un grupo muy exclusivo, gente de tu nivel. El se acaba de separar de…
- Buenooooo, ok. Esta noche?

18 mar 2011

Culebrón del 2010- Segunda entrega


-Yo siempre digo lo que pienso, no me callo nada, no soy una taradita, entendés?-
y bajó  de  auto dando un  portazo teatral en plena  avenida. 
Era  mediodía, el sol  brillaba cortante en su  pelo rubio, ondeando al viento como una melena de leona de Vogue. Sus gestitos de de enojo la hacían aun mas insoportablemente  linda.
El novio  tonto del auto la seguía despacito, con medio  cuerpo  asomado a la ventana, pidiéndole perdón, rogándole que volviera al auto, soportando los bocinazos e insultos de los conductores de atrás.
A  ella le faltaba  rugir, estaba exultante en su papel  de diva  enojada, con sus botas altas color  café au lait y el  bolso carísimo colgando  con descuido de la misma mano  en  la que  tenía  su i-phone y  sus gafas  Chanel.
Podía verse a si misma desde múltiples  cámaras imaginarias, ubicadas  en distintos puntos de la elegante avenida. El lugar exacto para  desplegar su número. Los tacos le resonaban  dentro de  su cabecita como  explosiones en un película de Bruce Willis.
Era la droga mas poderosa que podía tomar  y bastaba un pequeño reflejo de voluntad  para  autoadministrársela de manera  masiva, sin vuelta atrás, con consecuencias irreversibles. Esto  le había  traido problemas con otras modelos y clientes, le forjó una fama de caprichosa-arrogante.
Algunos de sus  pequeños  escándalos de  backstage hasta  habían salido en revistas.  Al principio su agente  pensó  que sería inmanejable pero pronto comprendió que el comportamiento banal y escandaloso constituían gran parte, sino el total, de  su encanto irresistible. Habría  hordas de clientes que como el novio tonto,  harían lo que sea para  tenerla.

En  un compilado del año 1984  de las mejores actuaciones  de la banda  durante  una gira por  Latinoamérica, puede  verse  el  gesto  risueño  y  un poco incrédulo del cantante.
Estaban en plena eclosión de éxito masivo y  él, apenas un principiante en el escenario, respondia  con energía adolescente al sorpresivo clamor  de un mar de fans.
De un día para otro todos recitaban de memoria las  letras que el  había escrito en  su  casita de una sola planta, con una lapicera  bic en un  cuaderno con espiral de plástico mientras  se tomaba un mate, sin maquillaje, sin el aro de crucifijo en la oreja derecha. Recién bañado y  en ojotas. Era  simplemente algo muy grande.
Los siguientes veinticinco años  de su vida  los dedicó  a  sostenerse ahí  arriba.
El aullido que levantaba con su sola presencia en los estadios llenos tendría un efecto irremediable en él: era la droga mas poderosa y adictiva que podía tomar.

16 mar 2011

Córdoba




Nunca  vamos a  ser  actores de Hollywood ni rubias de  un metro ochenta, tampoco diseñadores de vanguardia que hablan  cuatro  idiomas y que viven la mitad del año en Stuttgart. Ni curadores de arte contemporáneo que ganan becas para estudiar en los Paises  Bajos y entonces sus carreras despegan con espectacularidad.
No podremos  ser rockeros sexies que  duermen con  modelos adolescentes ni fotógrafos que salen en antologías   de la Taschen antes de cumplir  los treinta.
Porque nosotros vamos a vivir siempre aquí, eternamente. Emocionándonos cada vez que escuchamos Bizarre Love Triangle,  aunque no entendamos la letra  pero porque  su encanto  es perenne.
Soñando con vivir en  Londres de los 80s o Paris de los  60s mientras esquivamos soretes secos en las calles de  Bº San Martin, mientras pisamos nuestros propios corazones en cada baldosa de las calles del centro de nuestra pequeña ciudad de provincia.
Y vemos las chicas  imitar  modas  vulgares de la capital, como una resaca desteñida.
Y nos quedamos con la boca abierta  y el alma hecha pedazos cada vez que nos enamoramos de algo o alguien en  la gran ciudad.
Nos vamos a quedar aquí, conformándonos con nuestros trabajos sin  destino. Quedándonos dormidos el dia mas importante. Fallando todas la veces que haga falta para poder  seguir quedándonos aquí y llorar los dias de lluvia mientras escuchamos The Smiths Best. 
God, that feels so right...

11 mar 2011

Culebrón del 2010- Primera entrega



El ventanal  de la derecha estaba poniéndose  azul  desde hacía rato, una parte de  él  lo había  notado pero, claro, la otra parte estaba ocupada en contemplar con éxtasis ( como si no hubiera  vivido aquello  una docena de veces ya, en otros hoteles, en otras décadas) como  la bellísima chica que  se contoneaba sobre su regazo  desplegaba  un  torpe streap tease, demasiado borracha, enredándose en sus kilométricas piernas, carente de toda gracia pero absolutamente irresistible por  el  hecho de ser tan  joven y tan  fuckin´ hermosa.
El día  estaba despuntando, era evidente ahora. La  ciudad afuera se hizo real y dolorosa.
Como  una verdad desagradable  a la  que  uno se esfuerza por restarle importancia haciendo todo lo contrario de lo que se  supone que debería hacerse.  El dolor  vuelve con  el primer atisbo de  lucidez, cuando  los efectos de lo que sea que  uno haya tomado  o hecho para  contrarrestarla, empiezan a desvanecerse.
La verdad   luce  triste y vulgar, como  un rostro avejentado en el espejo.

Era algo que siempre le  ocurría,  esto de  percibir como las ventanas o  alguna pared cercana empezaba a teñirse de ese azul  agudo  del amanecer.  No importaba cuan estridente fuera la fiesta:  podía   percibirlo aún  a través de  un bosque  de piernas adolescentes que  se abrían para complacerlo, con narices empolvadas y botellas de champán ocultas entre las sábanas. Naturalmente solo una parte de él lo percibía. La parte más silenciosa, que se resistía a entregarse  al fluir del exceso, y  que  permanecía alerta observándolo todo.
La imagen de la ventana o la pared poniéndose azul  volvía dias después, cuando estaba  solo, en el  estudio o  en su casa. Era  una imagen  que lo obsesionaba:  una ventana que vá poniéndose azul y  la  fosforescencia  vá  impregnando  la habitación, a veces en plena  fiesta,  otras  veces cuando la fiesta había terminado  y  no quedaban mas que cuerpos  bonitos, envueltos en sábanas  blancas, apaciblemente dormidos en un desorden glamoroso.  Esa era  su versión favorita de la  escena.
Silenciosamente, la imagen se trabajaba en el background de su  conciencia, cargándose de  misticismo personal, rodeándose de preguntas incontestables, acaso  exagerando su valor  estético.
Era  una imagen íntima, nunca  había podido siquiera escribir una letra  sobre esto ni  componer una simple  canción… tan inasible le resultaba  la experiencia.
La chica se desmoronó en sus brazos ya completamente  desnuda. 
Soltó una risa que le sonó  impostada. Con ella  inconsciente, no quedaba  en la habitación  nadie  a quien engañar, salvo a si mismo y  notó que estaba terriblemente  cansado de actuar.
De todas maneras  tampoco  hubiera podido, había tomado tanto como ella: mucho de todo. Si aquello  había  derribado aquel insaciable cuerpo joven, imaginen lo que le había  hecho a este  viejo rocker.
Notó que estaba un poco aturdido y que el cansancio le  llegaba como  en olas, cada  vez mas altas. Nothing  new…  esto era algo que solía pasarle  desde hace unos meses.. sería cuestión de dormir un poco.
Con lo que le  quedaba de fuerza  se incorporó para  empujar a  la chica, quitársela de encima y poder estirarse.
La habitación parecía inundanda de silencio.  Repentino, extrañamente denso.
Se recostó  sobre la derecha para poder mirar la ventana, con mucha dificultad porque su  cuerpo se sentía  extraño, inusualmente pesado. La ventana estaba hermosa, un  azul  helado salpicado de  rojas lucecitas de antenas.
Triste  y sublime.
El silencio era  tan tenaz que tuvo la sensación de que estaba compuesto  de algo similar al relleno de la almohadas. Fijo en la  ventana creyó por un momento que nadaba  en el  cielo, que  el cielo o el aire  de la madrugada había inundado el hotel, y él  (su lado B austero y postergado)  buceaba libre  en esa maravillosa agua  sin fin.
Ya casi no respiraba, cuando  cayó en cuenta de que seguía acostado.
La verdad  dolorosísima,  la necesidad de compensar todo lo que hizo mal, el amor que no se dio, la vergüenza del autoengaño, la oportunidad que  nunca se permitió. Las ganas terribles de llorar  pero no  tener la fuerza suficiente para hacerlo.
Consciente   de que  un silencio así  no era normal,  como tampoco lo  era  dificultad notable para respirar o  el increíble peso de su cuerpo, quizo articular un último deseo: pararse, caminar hacia la ventana y mirar  como las nubes cobraban  relieve muy despacio, acaracolándose en  imposibles matices   celestes.
Pero su cuerpo no se movió.

9 mar 2011

faion fotografi







I must  write about this:



Hace como diez años asistí a un workshop de fotografía dictado por un alemán random que, cual náufrago  del arte contemporáneo, llegó a nuestras costas pretendiendo hacernos trabajar.
Al principio se  armó un grupo grande y  entusiasta de fotógrafos y aficionados locales que
se interesó por lo que el gringo tenía que  decirnos.
Eso, ya se sabe, tiene un encanto irresistible para nuestras cabecitas de colonia no superada.
Con el correr de los días el grupo se fue desintegrando al ritmo que las exigencias del gringo aumentaban, como es natural. Pero eso es otro tema.

A lo que yo  quiero referirme aquí es  al momento en que  pasamos  de la  conversación indolente al primer  trabajo práctico propuesto por el alemán.
El tipo nos pidió que  trajéramos al workshop una imagen  que nos gustara ( de una revista, un libro, etc) y  que  armáramos equipos de trabajo con  el fin de reproducir  esas imágenes. Teníamos que estudiar la foto en cuestión, analizar  como estaba hecha,  como era la planta de luces, la técnica de revelado y copiado (esto, aclaro,  fue previo el boom digital) etc. y después hacerlo…
 Uno de los  aspirantes a  fotógrafo (un fumanchín que sacaba diapositivas con macro a  gotas de agua mezcladas con témpera, todo  un rubro dentro de la fotografía  psicodélica...) cayó con un aviso de Versace hecho por Avedon:

Un blanco y negro imposible  con gradaciones de grises  hipnóticas, una pulcritud nunca vista en estas tierras,  un  fondo  infinito neutro  y  una modelo kilométrica  envuelta en unas gasas flotantes  al igual que su pelo cuasi  blanco. Eso era todo, pero exudaba tal cantidad de perfección que era  dificil no sucumbir.

Yo formaba parte del equipo  de producción y aunque de movida me  di cuenta de que el desafío era una deformidad, aun era joven y creí que a pura voluntad podríamos hacer algo.
Al dia  siguiente estábamos  shooteando en una habitación de 3 x 3 con techo bajo y paredes manchadas de humedad, con un fondo de trapo arrugado y sin mas  equipos  que una lámpara halógena tipo cuadradito atada con alambre a un tripode oxidado.
Los muchachos habían conseguido un  ventilador monstruoso que en vez de  acariciar los flotantes  rizos de la modelo mas bien empujaba a la amiga que se ofreció como modelo, cagada de  frío, en bolas y enroscada en una sábana vieja, arrepintíendose del momento en que la convencieron de prestarse a este delirio.
El fumanchín  oficiaba de  photographer con  su  Nikon F4.
Yo fotometreaba con un  aparato de la época de Lumière.Todo fallaba,  nada era lo que creíamos que iba a ser. Y ahí  ocurrió:
En medio de la debacle,  la modelo ahogada por la sábana, el fondo arrugado, el tiro de cámara insuficiente,  el alambre  que sostenía la lámpara  cediendo y  mil limitaciones tecnicas más, el fumanchín, risueño, se da  vuelta y nos dice:
- Re-Avedon!!
Esa es la actitud.  Yo, en cambio, ante la infinita distancia material-intelectual-técnica que nos  separaba de aquella imagen perfecta, no pude hacer otra cosa que  deprimirme.
Oscura y profundamente.

4 mar 2011

Culebrón del 2007- Sexta entrega (última)

A las once de la mañana del lunes estaba tocando el timbre  del departamento de Darlo.  Atendió la mucama invisible. Cayo subió entusiasmado, un poco excitado también, imaginando a  Darlo dormido, despertarlo y todo eso y  después desayunar juntos con jugo de naranja.
Lo primero con que  se encontró fue Cuca, en ropa deportiva comprada por catálogo, pintándose las uñas en el living.
-Ah! Vos! Que haces acá? Darlo está durmiendo.
-Ya sé, quedamos en encontrarnos…
-Ah! no me había dicho nada, bueno, pasá…
Desde cuándo  Darlo rendía cuentas de sus encuentros? Desde cuándo Cuca lo autorizaba a  pasar  al cuarto de Darlo?
Cayo entró, estaba todo en penumbras. Darlo  boca abajo apenas tapado, el ventilador de techo agitando el aire fresco del  split. Un suave murmullo. Un beso en la nuca, una caricia larga por la espalda. Darlo que  abre los ojos y sonríe, se da vuelta, se deja besar y tocar.
Cayo quiere darle todo hoy, si quitarse la ropa (siquiera el morral!), desciende a besos por  el torso de Darlo  hasta su sexo.
Un rato después, el otro acaba con suaves mugidos. Cayo levanta su cabeza con la mirada incandescente. Darlo le acaricia el pelo como toda respuesta, luego lo  aparta  y sale de la cama.
Entra al baño, prende la ducha, se despereza y ríe.
Cayo no entiende, pero se  sobrepone. Se sienta en la cama. De repente, se dá cuenta  que tiene mal aliento.
-Y?
-Y qué?
-Nada, que me dijiste que tenías novedades…
-Ah si… (desde la ducha) …Escuchá: te acordás ese tipo que conocimos  en la fiesta?
-No (si, si me acuerdo, por favor, no quiero saber de él)
-Si, ese tipo que cuando te fuiste te ofreció llevarte en su auto pero vos estabas todo freak y  te escapaste…
-Ah… si, él…
-Bueno, es un copado, estuvimos toda la noche hablando  y  el finde se vino con nosotros a Carlos Paz
-Si?
-Si, es profe en la Nuevo Milenio y maneja   toda la información de becas y pasantías. Me consiguió todo  para que  vaya a hacer un curso a una escuela de diseño en Barcelona…
-Eh?
-Si, lo único es que me tengo que poner las pilas ya porque empieza en un mes y viajo en una semana...mi viejo está re de acuerdo, me dijo que esta todo bien y que cuente con él.
Te das cuenta? Encima me dijo que si quiero después de  terminado el curso puedo seguir viajando. Eduardo también esta de acuerdo y dijo que esta bueno que viaje así  se me abre la cabeza…
-Eduardo?
-Si, este tipo, el profe. Se hicieron re amigos con mi viejo. Además, el viaja mucho a Barcelona y le dijo que se iba a  ocupar  de que  yo  haga todo bien... Me parece que me tira onda…
Un golpe en el estómago que te deja sin aire. La cabeza llena de hormigas.
Tratar de que  no se note.
Se reclina en la cama, cae en cuenta de todo: no lo vió  venir. En el mundo de Darlo las cosas funcionan así. De almas gemelas a novio descartable.
No  recuerda bien que pasó después, cuales fueron las palabras exactas  de  Darlo para  excusarse: algo de unos trámites, homologación y etc. Cayo tenía que irse porque Darlo estaba ocupado (ocupado!). “Te llamo después” y etc…
De vuelta en el ascensor, esta vez bajando. No recuerda muy bien  las palabras de Darlo  porque todo el tiempo estaba pensando en su universo  contrayéndose a toda velocidad, en los privilegios  que ya no tendría y en su cama angosta de adolescente, en volver a clases,  en los trabajos en grupo y hasta  el i-pod que tendría que  devolverle  a Darlo.

En la calle, trató de parecer entero, de caminar derecho  y sin  desorientarse. Un pequeño esfuerzo, nada más, sólo hasta llegar  al monoambiente en donde podría  desintegrarse  completamente sin  provocar un escándalo.


                                                                                                                            
 Septiembre  de 2007